Acueducto de Barranquilla.
Acueducto de Barranquilla.
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Triple A

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¿Con los nuevos Alcaldes la Triple A tendría contados sus días en Barranquilla y Soledad?

Los nuevos mandatarios exigieron compromisos de inversión para optimizar los servicios que presta la empresa.

La posesión de los nuevos gobernantes el pasado primero de enero produjo toda clase de expectativas, por los anuncios que hicieron en cuanto a sus planes de gobierno.

Sin embargo, en el caso del Atlántico sorprendieron dos anuncios en particular, apuntados a la misma dirección, por parte de los Alcaldes de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, y de Soledad, Rodolfo Ucrós Rosales.

Los mandatarios se refirieron al propósito de exigirle a la empresa Triple A la ejecución que tanto el Distrito como el municipio requieren para ampliar, complementar y optimizar los servicios que presta.

Fue el Alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, quien primero se refirió a la necesidad de que la Triple A realice las inversiones pendientes en la capital del Atlántico.

En concreto, para Pumarejo se debe discutir con la empresa un esquema en el que el Distrito de Barranquilla tenga la intervención necesaria a efectos de que la empresa ejecute las inversiones que la ciudad requiere a largo plazo.

En su concepto, la empresa debe asumir, por ejemplo, el compromiso de construir una planta de tratamiento de aguas residuales. Esto con el propósito de realizar un tratamiento previo a las aguas que son depositadas en la parte final del Río Magdalena, con alto riesgo de contaminación.

En consecuencia, aseguró que “vamos a revisar nuestra relación con la empresa para poder garantizar un mejor servicio y a largo plazo asegurarnos que esos beneficios que deberíamos recibir como ciudad se maximicen y crezcan”.

Luego, fue el Alcalde de Soledad, Rodolfo Ucrós Rosales, quien abordó el tema, con una grave advertencia para la empresa para poder continuar con la concesión.

“Solo si la empresa Triple A se compromete -de manera inmediata- a invertir los recursos destinados a saneamiento básico, en lo que tiene que ver con la ampliación de redes de alcantarillado y reposición de las mismas, se podría pensar en una ampliación de la prórroga del contrato, de lo contrario, este operador no continua e iniciariamos un nuevo proceso licitatorio”, sentenció.

En ambos casos, los mandatarios reconocen el buen servicio que presta la Triple A, pero reclaman la ampliación y optimización del mismo.

En el caso de Soledad, el Alcalde Ucrós Rosales recordó que la Triple A debe devolver un acueducto en óptimas condiciones, “porque si bien es cierto que el servicio que se presta es muy bueno, no es menos cierto que el municipio debe conservar su activo. No se concibe que la ciudad dependa cien por ciento del acueducto Distrital”.

De las posiciones adoptadas por los dos Alcaldes, se podrían desprender muchos interrogantes.

Uno de ellos sería el de si con las nuevas administraciones la empresa Triple A tendría contados sus días tanto en Barranquilla como en Soledad.

Sin embargo, hay que recordar que en el caso de Barranquilla, el Distrito apenas posee el 14,50% del componente accionario, correspondiendo otro 3,34% a 5.490 accionistas (personas naturales y jurídicas) y el restante 82,16% a capital español (Grupo Empresarial Inassa). Tras el escándalo por corrupción en la empresa, los entes de control a nivel nacional plantearon la posibilidad de que el Distrito de Barranquilla retome el paquete accionario del cual fue despojado.

En cambio, en Soledad está en juego la prórroga de la concesión y que, según el Alcalde Ucrós Rosales, no existir compromisos de inversión, tampoco iría más la misma.

Los interrogantes también surgen son: ¿Por qué habrá caído en desgracia la Triple A? ¿Qué está fallando en la empresa? ¿De qué manera repercutirán en los servicios los escándalos de corrupción?

Además de Barranquilla y Soledad, la Triple A presta los servicios en Puerto Colombia, Galapa, Tubará, Juan de Acosta, usiacurí, Piojó, Sabanalarga, Ponedera, Sabanagrande, Santo Tomás, Baranoa, Polonuevo y Palmar de Varela.