El Hospital Cari de Alta Complejidad
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Cari de Alta Complejidad desaparecerá para darle paso al de Salud Mental

La decisión ya la tomó la administración departamental. Insistirá en la Ley 550 para pagar las deudas que quedarán.

José Granados Fernández
@JoseGranadosF

Deudas, embargos, baja facturación y ocupación mínima forman la ‘tormenta perfecta’ por la que colapsó el Hospital Cari de Alta Complejidad, que está viviendo sus últimas semanas porque la administración departamental ha llegado a una conclusión: deben transformarlo para no cerrarlo.

La realidad financiera y contractual no dejan otro camino: el Cari de Alta Complejidad desaparecerá y por recomendación de la Superintendencia de Salud -como lo anticiparon en exclusiva Emisora Atlántico y Zona Cero.com- le dará pasó al fortalecimiento del Cari de Neurociencia, que por años ha desarrollado una labor especializada atendiendo enfermos mentales, desde esquizofrénicos hasta personas adictas a las drogas.

Como en una cirugía, esta decisión va dirigida a extirpar el cáncer que en su momento también acabó el Hospital Universitario: los malos manejos administrativos y las contrataciones en favor de terceros.

Las cifras del Hospital Cari de Alta Complejidad en cualquier momento harán que la institución sucumba: los pasivos suman 104 mil millones de pesos, las pérdidas acumuladas hasta mayo llegaron a 7.747 millones, en su contra hay 75 acciones judiciales por 51.656 millones y 6 embargos por 25.082 millones.

Además, la ocupación de sus 260 camas es de apenas el 33%, con el agravante de que sus tarifas no le permiten una competitividad en el mercado, por lo que las EPS del Régimen Subsidiado prefieren, con base en la ley, contratar con clínica particulares.

La situación se agrava teniendo en cuenta que: si bien el Cari tiene deudas por cobrar por 92 mil millones de pesos, estas al depurarlas no llegarán ni al 30% porque la mitad lo deben EPS liquidadas que no pagarán; solo por gestión de la Secretaría de Salud del Atlántico fue posible que reconocieran 24 mil millones de los 26 mil que quedó debiendo Caprecom. De este monto apenas en diciembre próximo prometieron pagar 8.990 millones de pesos.

Todas estas dificultades financieras están contenidas, como lo revelaron Emisora Atlántico y Zona Cero.com, en el informe de 53 páginas que elaboraron funcionarios de la Superintendencia de Salud. Ellos, en la visita llevada a cabo del 12 al 14 de julio pasado, hallaron que el Cari presenta un “alto grado de endeudamiento”, al punto de que el 52% de sus deudas son superiores a 360 días, con un recaudo del 0,68, lo cual “no le permite garantizar el pago de sus obligaciones corrientes” y, por el contrario, continúa con “tendencia a la acumulación de la deuda”, concluyeron los evaluadores enviados de Bogotá.

Ellos también advirtieron que las deudas y reclamos financieros seguramente van a aumentar teniendo en cuenta que la mayoría de las 6 empresas con los que el Cari tiene contratados 431 trabajadores tercerizados no habían radicado muchas de sus cuentas.

Ante este panorama incierto, en el que el gobernador Eduardo Verano hasta le ha pedido la renuncia a la gerente Rocío Gamarra que él nombró, la administración departamental, tal como lo ha recomendado la Superintendencia de Salud, decidió acabar el Cari de Alta Complejidad y fortalecer el de Neurociencia que, por el contrario, tiene una mayor demanda de sus servicios.

En efecto, el 68% del servicio de salud mental de las entidades pública de la Costa lo contratan con el también llamado Cari Mental y la ocupación de este supera el 110%.

Paralelo a cambiar el servicio que hoy ofrecen, la administración departamental seguirá con su plan de llevar al Cari de Alta Complejidad a la Ley 550 o de reestructuración de pasivos. Fortalecer el servicio de salud mental, en especial para atender pacientes farmacodependientes, le permitirá a la institución asegurar unas fuentes financieras para pagar lo que se debe y las deudas que se vayan generando. Un promotor asumirá el funcionamiento administrativo y financiero del hospital y será quien ordene los futuros gastos y los pagos.

“El Cari Neurociencia funcionará con el personal de planta, compuesto por 74 funcionarios, y no habrá tercerización de servicios”, aseguró una fuente que conoce detalles del plan que se prepara. Asimismo, señaló que la entidad “debe estructurar unas tarifas competitivas” para contratar con las EPS del régimen subsidiado el servicio de salud mental, que incluirá Unidad de Cuidados Intensivos, neurología y cardiología, entre otros servicios. No descartan tener consulta externa especializada.

“Si el servicio de salud mental no lo fortalecen, el Cari tendrán que cerrarlo”, habían advertido fuentes de la Superintendencia de Salud. Esa recomendación ha sido acogida porque la administración Verano no quiere cargar en sus espaldas la responsabilidad de cerrar el que debe ser el más importante hospital del departamento del Atlántico.

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