Ana Güezmes García, representante de ONU Mujeres Colombia. EFE/Archivo
Ana Güezmes García, representante de ONU Mujeres Colombia. EFE/Archivo
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Asesinato de 19 mujeres lideresas sociales alerta a la ONU

Sostiene que por ser mujeres “el riesgo se multiplica".

Las cifras de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos hablan de 149 líderes sociales asesinados en Colombia entre enero y octubre; 19 de ellos fueron mujeres, aunque la violencia contra las defensoras sea difícil de cuantificar porque adopta otras formas más cruentas.

"La región lo está diciendo: ni una menos. No podemos seguir tolerando esta violencia que hace que a las mujeres se les asesine por el hecho de ser mujeres. Además, si son defensoras, el riesgo se multiplica", explica a Efe la directora de ONU Mujeres en Colombia, Ana Güezmes.

Los asesinatos de mujeres defensoras de derechos humanos en Colombia se han duplicado en los dos últimos años, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

"Estamos viendo formas específicas de amenazas y violencia hacia ellas, especialmente tortura y violencia sexual. Muchos de los casos de feminicidios de defensoras van asociados a violencia sexual", añade Güezmes.

En Colombia, ser defensora de derechos humanos es una labor de alto riesgo que está costando a muchas mujeres la vida.

Unas 60 líderes sociales de toda Colombia se reunieron esta semana en Bogotá para conmemorar el día internacional de las defensoras de derechos humanos, donde compartieron experiencias y participaron en talleres de autocuidados.

Dos de ellas, Alejandra Valencia, del Pacífico, y Sandra Maestre, indígena del pueblo kankuamo del Cesar, en el Caribe colombiano, creen que el acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, firmado en 2016, ha servido para integrar a colectivos que hasta entonces no se tenían en cuenta.

Uno de ellos es la comunidad LGTBI, a la que Maestre también representa.

"Por primera vez se habla de población LGTBI", dice Maestre, que agradece el "autorreconocimiento" que han hecho las mujeres "más allá" de su orientación sexual.

El Gobierno colombiano implementó en junio pasado el programa integral de garantías para mujeres líderes y defensoras de derechos humanos, un pacto que la ONU aplaude, aunque Valencia y Maestre piden que se reconozca su labor.

"Se tiene que reconocer a las lideresas que venimos ejerciendo esa labor y esa parte matriarcal en nuestros territorios", apuntó Valencia y agrega que es allí donde se articulan y hay "un proceso de armonización".

Por eso, añade: "Cuando hay armonización hay equilibrio, y cuando hay equilibrio puede haber paz".

Desde las Naciones Unidas creen que Colombia avanzó en la igualdad formal ante la ley y valoran como un hecho positivo que el acuerdo de paz con las FARC haya reconocido la violencia sexual como arma de guerra.

Pero esta igualdad formal, dicen, está lejos de trasladarse al plano tangible.

"El avance ha sido lento y muy insuficiente. Si hablamos de igualdad sustantiva o de resultados, Colombia es un país tremendamente desigual", reconoce Güezmes, que aporta cifras como por ejemplo que una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física por parte de su pareja y que un 55% de los graduados universitarios son mujeres pero tienen más difícil el acceso al empleo.

De otro lado, Güezmes atribuye el aumento de la violencia hacia las mujeres colombianas a los "patrones tan violentos de masculinidad que se asocian a la guerra" que han proliferado con el auge de los grupos criminales.

Ante esto, la ONU pide proteger a las mujeres e invertir en su protección.

"Si vamos al ritmo que vamos, tardaremos 80 años en lograr igualdad laboral, en los derechos, y mientras tanto, nos faltan muchas mujeres", señala en referencia a las líderes asesinadas.

Así, el principal llamado que hacen desde Naciones Unidas es el de "un gran pacto por la vida, por la seguridad, por los defensores de derechos humanos", y que este acuerdo cuente con una inversión mucho más reforzada.

Porque, como dice Alejandra Valencia, "la paz comienza consigo misma: si no tengo paz interior no puedo transmitir la paz ni puedo esperar que otros vengan a apuntarle a este proceso".

EFE

 

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