Anatolio Santos, secretario de Desarrollo, explicó el tema.
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Prensa Gobernación del Atlántico

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Algas tóxicas causaron la muerte de 40 reses en Manatí: Gobernación

Se presentaron los resultados de las pruebas de laboratorio al agua del Embalse del Guájaro y en las reses afectadas.

La intoxicación por cianobacterias (algas tóxicas) ingeridas en gran cantidad fue la principal causa de muerte de aproximadamente 40 reses en predios de la Finca Charco de Barro - Caimán, corregimiento Villa Juana en Manatí, el pasado 21 de marzo, de acuerdo con los resultados de las pruebas de laboratorio realizadas por la Corporación Regional Autónoma del Atlántico (CRA) y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).

En rueda de prensa realizada este martes en la Gobernación del Atlántico, la Secretaría de Desarrollo Económico Departamental, la CRA, el ICA, AUNAP, Asoganorte y COA dieron a conocer en conjunto una aproximación a los factores que motivaron la ocurrencia del hecho en inmediaciones al Embalse del Guájaro.

En el predio, propiedad de Juan Cuentas, funcionarios de esas entidades tomaron el mismo día de lo ocurrido muestras sanguíneas de los bovinos fenecidos, del agua del embalse del Guájaro y del material vegetal presente.

“El análisis reveló que varios factores biológicos y ambientales se unieron para que se diera la proliferación temporal de cianobacterias de tipo Anabaena Sigmoide (algas tóxicas o con alto contenido de fósforo y nitrito) en una zona específica del embalse, donde las reses fueron dejadas para beber agua y alimentarse”, explicó el secretario de Desarrollo Económico, Anatolio Santos.

El funcionario enfatizó también que hubo una "mala práctica ganadera, confirmada por las investigaciones que evidenciaron que las cercas de la finca fueron corridas hacia tierras expuestas al bajar el nivel de la laguna, donde las reses llegaron alimentarse".

"Los estudios científicos destacaron que la acumulación de algas elevó el pH de las aguas, así como las concentraciones de fósforo que a su vez precipitaron el aumento de cianobacterias, capaces de fijar el nitrógeno atmosférico en un entorno donde este elemento es limitante", informó la Gobernación.

También se indicó que el aumento del nitrógeno amoniacal encontrado en las aguas puede deberse a la disposición de aguas servidas y a la floración de algas, que una vez mueren dan inicio a su descomposición.

La CRA tomó muestras de agua en 3 puntos del embalse del Guájaro y efectuó el estudio de dichas muestras caracterizando variables como oxígeno, PH, turbiedad, temperatura, conductividad, nitritos, nitratos, nitrógeno amoniacal, fósforos, fosfatos, plaguicidas organocloforados y organofosforados y fitoplancton.

“El PH del agua no cumplía con los objetivos de calidad establecidos para los cuerpos de agua clase II, es decir,  aquellos cuerpos de agua que admiten vertimientos con algún tratamiento. Además, el oxígeno disuelto en uno de los puntos donde se tomó la muestra era bajo, mientras que en los otros dos estaba elevado, por lo que el comportamiento del oxígeno en estos puntos indica procesos de eutotrificación. Mientras que el fósforo presente en el agua se encontró en niveles elevados, lo que facilitó la proliferación de cianobacterias”, anotó la bióloga de la CRA, Ayari Rojano.

La funcionaria indicó que los vientos, mecánicamente, llevaron las algas hacia la ensenada. “Por la forma física del terreno, los organismos protistas se concentraron en un mismo punto. Las floraciones de las algas son temporales, permanecen entre 48 y 72 horas. Pocos tiempo después de ocurrido el hecho ya no se encontraban presentes en el sitio donde murieron las reses”.

La CRA recomendó que cuando las aguas se encuentren verdes se debe evitar que la gente se bañe y el ganado beba de estas. Y se deben revisar técnicamente las actividades llevadas a cabo en el predio donde sucedieron los hechos motivos de investigación, ya que fue el único sitio donde se dieron tales circunstancias.

 

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