El 22 de diciembre de 2019, poco antes de concluir su mandato, el entonces Gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, con bombos y platillos entregó la denominada ‘vía ecoturística’ para comunicar los corregimientos de Paluato y Guaimaral, entre los municipios de Galapa y Tubará, respectivamente.

De hecho, la entrega de la vía generó grandes expectativas entre los habitantes de esta zona del departamento, teniendo en cuenta que se trataba de un viejo anhelo el poder contar con ella para, adicionalmente, comunicarse con la Carretera del Algodón y así contar con otras posibilidad de conectividad vial con el resto del Atlántico.

Sin embargo, a medida que han pasado los meses crece la preocupación entre los habitantes debido a las graves fallas que de manera paulatina ha venido registrando la vía.

Incluso, algunos habitantes manifestaron que en su debida oportunidad le advirtieron a contratistas e interventoría sobre lo que consideraban se podrían cometer errores en la construcción.

Esos presentimientos hoy son una realidad y el tiempo le ha venido dando la razón a quienes de manera oportuna previnieron lo que podría ocurrir con la construcción de esta vía de 6 kilómetros de longitud.

Los habitantes precisaron que la vía registra deterioro en placas, andenes y cunetas, lo que ha motivado a una intervención anticipada de las zonas afectadas.

Igualmente, en varias zonas se registran deslizamientos, que van provocado el bloqueo de la vía con árboles caídos y abundante material arenoso.

En otros casos, la fuerte socavación al pie de la vía tiene en alto riesgo a varias viviendas, razón por la cual los habitantes urgieron a las autoridades una rápida intervención de dichas zonas para evitar una tragedia. 

La amenaza que hoy enfrentan numerosas viviendas contradice lo que en su momento manifestó la entonces Secretaria de Infraestructura, Mercedes Muñoz.

"Hemos reemplazado los drenajes antiguos de aguas lluvias construyendo 25 box culvert, cunetas y muros de contención para estabilizar los taludes de viviendas en la parte urbana, además de gaviones para los taludes verticales. Además, se construyeron muros de contención de algunas viviendas al lado de la vía para estabilizar el terreno", dijo en esa oportunidad.

Finalmente, los habitantes manifestaron preocupación por el rápido deterioro que registra una vía que requirió una inversión de $21.386 millones por parte de la Gobernación del Atlántico.