El flagelante recorrido de los penitentes en Santo Tomás, Atlántico

En medio de una sofocante temperatura las calles de Santo Tomás, al oriente del Atlántico, se convirtieron nuevamente en escenario del recorrido de los tradicionales penitentes. Se trata de un grupo de personas que van flagelándose con un látigo y bolitas de cera con el propósito de “pagar una manda” por favores recibidos, bien sea por la salud y bienestar de ellos o de sus familiares. Una tradición a la que la Iglesia se opone, pero que cuenta con apoyo ciudadano y mucha participación.

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