Roger Torres celebrando el gol de su debut con la camiseta 'tiburona'.
Roger Torres celebrando el gol de su debut con la camiseta 'tiburona'.
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Cristian Mercado

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Zapateando firme, Junior inició en el Metropolitano la ruta para la novena estrella

Le ganó 3-1 a Patriotas en el debut de la Liga 2019-I con gran actuación de Marlon Piedrahita.

Junior de Barranquilla jugó su primer partido de la Liga Águila 2019-I la noche de este miércoles, obteniendo como resultado una victoria 3-1 que lo lleva a un buen inicio en su deseo de defender el título obtenido el año pasado, en un juego marcado por los golazos de potente definición de los de casa y el visitante. 

La gran responsabilidad para los barranquilleros era clara. Había que saltar al terreno de juego, sin la gran figura de Teófilo Gutiérrez, a demostrar que lo realizado en la liga el año pasado no fue una mera casualidad.

La calidad en la nómina aún estaba y el remoquete de supercampeón debía ser sostenido. 

En solo dos minutos Junior dejó caer sobre el rival la terrible carga de saber que se enfrentaba no solo al campeón de Colombia, sino sin lugar a dudas, al equipo que mejor juega en el país. Incluyendo a sus alternativas, como lo reveló el malambero Germán Gutiérrez quien en 2 minutos de partido se coló en el área ante Eder Chaux, quien de milagro salvó la opción. 

El partido quedó completamente sentenciado rápidamente, en tan solo 8 minutos, cuando Patriotas se quedó con un jugador menos, tras una patada descalificadora de Federico Arbelaez sobre el argentino Fabián Sambueza. La acción fue juzgada como una patada de roja directa. 

Junior supo cuál era el libreto, jugar con la calma del caso, y sacar provecho de su banda derecha, sector de la izquierda de la defensa visitante, para esperar el momento preciso para asestar una puñalada que definiera las acciones.

Fue precisamente Marlon Piedrahíta quien se dio cuenta de estos espacios, y haciendo gala de la potencia de su pierna derecha, soltó un zapatazo que se desvió en la cabeza de Miller Mosquera para desacomodar a Chaux e incrustarse al fondo del ángulo derecho del portero, a los 29 de acciones. 

Junior ni aceleró, ni bajo el ritmo. La misma cadencia de juego tenía que ser suficiente para seguir abriendo grietas en una tambaleante defensa boyacense que parecía que no se iba ir con tan solo un gol en las espaldas al final de los 45 minutos iniciales. 

Y fue así, cuando a los 42 minutos, nuevamente Piedrahíta encontró tiempo y distancia para sacar un potente derechazo, que esta vez sin desviarse en nadie, se metió en el ángulo para poner a celebrar a los hinchas y consagrar una noche para el recuerdo del carrilero antioqueño. 

Ya con la ventaja dos tantos en el marcador, para el segundo tiempo Luis Fernando Suárez salió a plantear un duelo para mantener la pelota y con un bajo ritmo poder encontrar el camino al gol para el segundo tiempo.

Sin embargo, los planes pronto se le trastocaron. 

Patriotas dio un campanazo de alerta con un tiro libre de Israel Alba, que obligó a un despeje de Sebastián Viera para mantener la diferencia en el marcador en dos goles. 

A los 64 minutos fue el atacante de Patriotas, Jhon Arias, el que no tuvo ningún inconveniente para empalmar un derechazo para mandar la pelota al ángulo izquierdo donde Sebastián Viera, hasta ese momento un espectador más, nada pudo hacer para evitar el 2-1 en el tanteador. 

Viendo esta situación, Suárez quiso refrescar su equipo. En primera instancia con el ingreso de Michael Rangel por Freddy Hinestroza y luego a Roger Torres en lugar de Luis Carlos Ruiz, para ganar algo más de atrevimiento en el campo de juego. Y los cambios le fueron agradecidos a Suárez. 

Tras un tiro de esquina, Víctor Cantillo filtró un sensacional pase a Roger Torres, quien sin dudarlo dos veces, ajustició la meta de Chaux con un tiro potente de zurda que dejó el marcador 3-1, siendo el debut soñado para el santandereano, ante los aplausos de los once mil aficionados. 

Para terminar de cerrar el partido, los visitantes sufrieron otra expulsión, esta vez la de su centro delantero Bryan Fernández, quien propinó un codazo descalificador sobre la humanidad del defensor Rafael Pérez, para que Patriotas se quedara con nueve jugadores. 

Así las cosas solo fue dejar que el tiempo avanzara. Que las manecillas se fueran devorando lo que daba del partido. Para cerrar las acciones, Suárez sacó del campo de juego a Piedrahíta, para que recibiera un cerrado aplauso, y en su lugar dejó en la cancha a David Murillo. 

De esta manera, el supercampeón de Colombia comenzó la defensa del título nacional con una cómoda victoria donde demostró, que aún jugando sin toda su marcha, tiene las alternativas para resolver cualquier partido que se le presente. 

Ahora mira su compromiso del fin de semana ante el Deportivo Independiente Medellín, en lo que será la revancha de la final del semestre anterior.

 

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