Anthony De Ávila, delantero colombiano.
Anthony De Ávila, delantero colombiano.
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Un héroe caído en desgracia: Anthony De Ávila, figura del primer triunfo ante Brasil

Colombia le ganó a la verdeamarela en la Copa América de 1991.

La vida cambia drásticamente.

Hace exactamente 30 años el samario Anthnoy De Ávila se paseaba por los estadios de América como uno de los delanteros más letales del continente, fama ganada a pulso y goles por sus actuaciones con el América de Cali y por haber sido uno de los verdugos de la todopoderosa Brasil.

Hoy, desde una cárcel italiana donde apenas acaba de llegar hace unas semanas, seguramente que el recuerdo de aquella tarde mágica le llega a la mente mientras aguarda como todos los colombianos el desenlace de su situación jurídica y por supuesto, de la selección. 

Es duro pensar que De Ávila saltó a la cancha aquel 13 de julio de 1991 en la Copa América de Chile y dentro del campo de juego expresó con sus jugadas una libertad que ahora no tiene, debido a una condena que pesa sobre él de 12 años de prisión por delitos que datan del 2001 y relacionados al tráfico de estupefacientes. 

El samario, por ese entonces era uno de los más letales delanteros del fútbol nacional. Rápido, encarador, técnico y con un maravilloso olfato goleador. 

Colombia estuvo sembrada aquel año en el mismo grupo con Brasil, Uruguay, Ecuador y Bolivia. 

El combinado nacional pasó primero con 5 puntos, los mismos que brasileños y uruguayos, pero con mejor diferencia de gol. 

El elenco tricolor, que para aquellos años estaba bajo el mando de Luis Alberto ‘Chiqui’ García, tenía un equipo conformado con lo mejor de la ‘generación dorada’ del pueblo cafetero. 

La escuadra nacional saltó a la cancha con René Higuita; Luis ‘Chonto’ Herrera, Luis Perea, Andrés Escobar, Diego Osorio; Leonel Álvarez, Freddy Rincón, Bernardo Redín, Carlos ‘El Pibe’ Valderrama; Arnoldo ‘Guajiro’ Iguarán y Anthony ‘el Pitufo’ De Ávila. En el segundo tiempo ingresó Alexis García. 

En tanto, los brasileños iban construyendo su proyecto que en tres años los llevaría a ser campeones mundiales en Estados Unidos 1994. 

La escuadra brasileña alineó con Tafarel; Ricardo Rocha, Gottardo, Marcio Santos, Branco; Neto, Rai, Mazinho, Mauro Silva, Joao Paulo y Renato Gaúcho (hoy en día entrenador finalista de la Copa Libertadores). Un equipazo. 

Colombia no se amilanó y comenzó a demostrar el fútbol que tenía en los pies en cada uno de sus once jugadores. 

A los 35 minutos, Valderrama se desmarcó por la izquierda y levantó un centro el cual fue peinado en el primer palo por Escobar, dejando la pelota en el segundo poste donde apareció como una saeta el ‘Pipa’ De Ávila para puntear el balón y dejar sin opciones a Taffarel para el 1-0. 

El gol de la tranquilidad se logró a los 66 minutos en una tremenda combinación de los tres mejores hombres del ataque. 

Empezó con Iguarán luchando una pelota contra los centrales Gottardo y Santos, Valderrama la recuperó y se la tocó a De Ávila, quien con tacó devolvió la esférica al ‘10’ y este sirvió asistencia para que Arnoldo definiera con efecto al segundo poste de un Taffarel que quedó congelado. 

2-0, partido asegurado y el primer triunfo colombiano en la historia ante Brasil. 

La tricolor asumió un partido sin complejos e incluso en su formación inicial estaba solo un volante de contención. Salió a buscar el duelo desde el primer momento y el cambio en la segunda mitad fue la salida de Rincón para que Alexis García entrara a apoyar el toque con Valderrama y Redín.

Tal vez una valiosa lección, brindada en otros tiempos más románticos y preciosistas, pero que igualmente deja en evidencia que a Brasil hay que salir a atacarlo bien, pues para perder defendiendo, mejor salir a buscar la posibilidad.

En tanto, aún sentado en su sitio de reclusión, sin poder desmarcarse de los guardias y esperando un milagro para salir del problema legal de un ‘taquito’, De Ávila sigue con su pose de héroe caído a la espera de una buena noticia que le alivie sus días de espera en su mundo de cuatro paredes. 

 

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