Coutinho celebra un tanto con Henrique, en el estadio Metropolitano.
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Philippe Coutinho, el crack de los 200 millones de euros, regresa al Metropolitano

El brasileño fue una de las figuras que enamoró al público barranquillero durante el Mundial sub-20 de 2011.

Es cuestión de horas para que la Selección de Brasil aterrice en suelo de Barranquilla. Aunque los aficionados se ilusionan con ver varios nombres, hay un jugador que sentirá nostalgia al pisar la ciudad: Philippe Coutinho, quien volverá al estadio donde se comenzó a forjar un nombre con la selección.

Protagonizó una de las novelas del mercado de pases europeos este año, pues tanto el Liverpool como el Barcelona prácticamente se lo pelearon hasta el último día. El joven brasileño Philippe Coutinho es capaz de todo eso y más. 

Su inagotable talento, el de un volante creativo puro, de esos que ya casi no hay en el mundo del fútbol, fue la máxima fuente de deseo en el mercado de fichajes para el cuadro catalán quien lo negoció con Liverpool para llevárselo. 

Sin embargo, en medio de versiones que se cruzan entre Liverpool y los españoles, y de una oferta de 200 millones de euros por el pase del jugador, el brasileño se quedó con los ingleses para la presente temporada. 

Ese mismo que tanto interés ha desatado hoy en día se encuentra concentrado con la Selección Brasil, en calidad de figura y como una de las causas de que el técnico Tite sea el puntero de la eliminatoria y ya se encuentre con el cupo seguro a Rusia 2018. 

Pero si se hace una retrospectiva, lo de Coutinho no debería sorprender a nadie. No es un crack que apareció de la noche a la mañana, es un talento que despuntó desde niño en las selecciones de su país y que encontró su máximo brillo en el 2011, en el marco del Mundial sub-20 de Colombia. 

Philippe fue llamado de urgencia por el técnico de turno, Ney Franco, para que reeplazara a las máximas estrellas del equipo, Neymar Jr. y Lucas, quienes fueron convocados por la Selección de Mayores para la Copa América de Argentina, la cual terminó solo unos días antes del mundial. 

Coutinho celebra uno de sus goles en el Metropolitano.

Coutinho llegó procedente de Italia, con un interesante momento en el Inter de Milán, donde había jugado algunos partidos e incluso marcado goles tras ser comprado al Vasco da Gama de su país. De inmediato su nombre se hizo notar como una de las probables estrellas del torneo. 

Coutinho arribó a Barranquilla, sede de Brasil, con el resto de la delegación. En el sitio de concentración, el hotel Dann Carlton, mismo que lo hospedará en las presentes eliminatorias, fue recibido con una marimonda carnavalera como recuerdo. 

La 'Canarinha' estaba llamada a ser local en medio del 'carinho' que los barranquilleros sienten por el fútbol de ese país, exportador de algunas de las grandes estrellas del Junior en antaño.

Además, tendría la oportunidad de desplegar todo su talento encabezado por el jugador que portaría la camiseta '10', Coutinho, ante escuadras accesibles como Egipto, Austria y Panamá. 

Y brilló sin problemas. Al lado de nombres que luego se hicieron muy famosos como los de Casemiro -quien también vendrá para el duelo de eliminatorias-, Oscar, Danilo y Henrique, entre otros, el volante manejó a su antojo el torneo, jugando cada uno de los partidos hasta la final, donde se consagraron campeones. 

Pero si hay algo que resaltar, fue el tremendo espectaculo que brindó a la parcial barranquillera durante su estancia en la ciudad. Luego del empate 1-1 ante Egipto en el primer duelo, Coutinho se hizo sentir y lideró a Brasil en un contundente triunfo 3-0 ante los austriacos. 

Ese día el creativo se encargó de ajustar el dos a cero parcial, con el cobro de un tiro penal inatajable para el arquero Samuel Radlinger, a los 52 minutos de compromiso. 

 

 

Pero Philippe aún tenía mucho show para los aficionados. En el tercer partido anotó dos goles más para sellar la goelada 4-0 sobre el conjunto panameño. Con eso, Brasil avanzaba de ronda y seguiría en el Metropolitano, donde en octavos de final sentenció una victoria 3-0 ante Arabia Saudita. 

En sus cuatro partidos jugados en el Metropolitano, Coutinho acumuló 336 minutos de magía y finalmente dejó los arcos del Metropolitano con tres goles acompañados por su firma. 

Brasil salió convencida de Barranquilla que podría dar el golpe por el título. En cuartos de final empató 2-2 con España y la eliminó 4-2 en los cobros desde el punto penal. 

En semifinales venció 2-0 a México y en la gran final superó 3-2 a Portugal para sellar el quinto título del mundo sub-20, logrando así emular a la de mayores y ser también pentacampeona mundial. 

Por otro lado, la carrera de Coutinho siguió adelante tras ser cedido del Inter al Espanyol y luego trasnferido al Liverpool, donde hoy es la gran figura. 

Sin duda, Coutinho regresa al Metropolitano no como la gran promesa que fue y lejos de la etiqueta de 'apagador de incendios' con la que llegó al Mundial.

Ahora, en coro con Casemiro y refrendado por el talento incomparable de Neymar Jr. y Gabriel Jesús, buscará volver a encontrar en el Metropolitano la estela de magía que dejó en el camino, hace 6 años ya. 

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