El inicio del conteo regresivo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 con asistencia de autoridades deportivas produjo inconvenientes para el cubrimiento por parte de la prensa en Barranquilla.

Con suma puntualidad los periodistas llegaron a la Plaza de la Paz a las 5:45 de la tarde para un evento programado para las 7 de la noche.

Tratando de ingresar y conseguir una buena ubicación arribaron con puntualidad y la entrada de la “cena del protocolo deportivo” señalaba sólo podían acceder después de las seis.

Respetando esa formalidad observaron los movimientos de decenas de hombres y mujeres de logística. Todos de camisetas negras, “el que carga, el que ayuda al que carga, el auxiliar del que ayuda a cargar, el asistente del ayudante de carga, el que hace los relevos del que carga, el que descansa mientras el otro carga, etc. Apenas estos pasaron y al ingresar lo primero que hicieron fue la selfie para el post. ¿Eso es parte del trabajo?. No sabemos”.

Pese a que el periodista Tomás Corro trató de ayudar a solucionar el impase con la la prensa, el auxiliar del asistente del ayudante que funge como secretario del jefe de logística, insistió en que debían esperar las seis de la tarde.

Y así fue. Esperaron como Joe Cuba porque “a las seis era la cita”.

A esa hora, pasamos por una especie de corral y al llegar a la zona asignada para los periodistas fueron sorprendidos porque frente a las cámaras, una enorme grúa de la producción obstaculizaba la visibilidad. Preguntaron a uno de los asistentes del delegado encargado con funciones específicas de logística y les informó que de ahí no podían pasar.

Con los nuevos reclamos se permitió que las cámaras pudieran pasar, pero NO los periodistas porque “ahí no se podían hacer entrevistas”, fue lo que respondió otro asistente de la oficina con funciones de logística de la representación de la ubicación de la prensa.

Colegas de la radio como Francisco Urruchurto preguntaron que cómo iban a hacer ellos, porque no tenían ni visibilidad ni manera de obtener un audio que no fuera el sonido ambiente.

Mientras se acercaba la hora, los reclamos de la prensa aumentaron y vino el grito de quien sería uno de los encargados de la logística : “Este es el sitio de ustedes y ya”. 

Ante semejante respuesta y al no resistir más la situación, en la que NADIE pensó, en medio de la aún organización del evento, partieron de la Plaza de Paz, como cuando a alguien lo invitan a una fiesta y apenas van a asear la casa.

Sin embargo, debido a esa actitud, el asistente, nada protocolario por cierto, fue removido de la zona, quedando solucionado el impase.