Othón Dacunha, Víctor Ephanor y De Freitas.
Othón Dacunha, Víctor Ephanor y De Freitas.
Foto
Libro una historia de Diamantes.

Share:

Othón Dacunha, el mejor puntero derecho

Hizo trilogía con Dida y Airton.

Formó parte de la trilogía famosa de la samba que llegó con la reaparición del Junior en 1966 y de la que formaron parte también Dida y Airton.

Quienes vieron jugar a Othón Dacunha, vale decir, quienes han visto jugar al Junior desde 1966 hasta cuando este jugador brasilero colgó los guayos (1974) aseguran que ha sido el mejor puntero derecho que ha pasado por el cuadro rojiblanco.

Periodistas veteranos de la época y aficionados comunes, así como sus propios compañeros de aquellos tiempos, no escatiman esfuerzos en reconocer verdaderamente a este futbolista como el mejor en su posición.

Brillantes pergaminos

Nacido en Rio de Janeiro en 1941, hijo de Guillermino Alberto Dacunha y Arinda Nogueira, Othón, como se le llegó a conocer en Barranquilla, forma parte de una familia de diez hermanos: Renato, María, José, Hilton, Maria Da Gloria, Itamar, Mario Lucio, Othón Alberto, Joao, Jorge y María Zelia.  Aunque todos los varones jugaron fútbol, solo Joao participó en el balompié rentado. Esto fue en el equipo Ferroviaria del Espíritu Santo; Mario Lucio jugó en divisiones menores del América de Rio y Jorge, conocido como “Pasarinho”, actuó algún tiempo en el Junior a manera de prueba y en el equipo Café Almendra en amateur.

Othón Alberto Dacunha formó parte de aquella trilogía maravillosa en la que estaban además Airton y Dida, traídos al Junior en el mes de abril del año 66 por el técnico Marinho Rodríguez y el directivo Arturo Fernández.

Su presencia en el fútbol comenzó en 1958 en las divisiones menores del Flamengo, siendo del equipo grande desde 1960 hasta 1964. Un año después pasó al Olaria Atlético Club de donde vino al Junior, actuando en el onceno rojiblanco por ocho años. En 1974, cuando se retiró de las actividades, dejó un enorme vacío. Su calidad siempre fue ponderada y sin duda quienes le vimos jugar, podemos afirmar que aún le quedaba mucho de fútbol cuando decidió colgar los guayos.

Fue dirigido entre otros, por técnicos como Marinho Rodríguez, “Caimán” Sánchez, Antonio Julio De la Hoz, Luis Miloc, William Martínez y Rubens Costa.

En 1982 tuvo a su cargo, de manera interina, la dirección del plantel rojiblanco. Después que se retiró como futbolista, estudió dos años de Educación Física en la CUC y adelantó cursos de dirección técnica dirigidos por Vidinic, Casagrande y Marroquín. También realizó cursos en la Escuela de Educació0n Física del Ejército en Rio de Janeiro. Participó en cursos dirigidos por “Caimán” Sánchez y en el seminario de “Bolillo” Gómez. Desde 1978 está vinculado al Junior en calidad de técnico en divisiones menores cumpliendo una gran labor digna de resaltar.

Servían los goles

En sus ocho años con el Junior, único equipo en Colombia en que actuó, Othón Dacunha marcó cerca de 60 goles. La cifra exacta él no la sabe. Hay estadígrafos que registran 45 anotaciones, pero Dacunha sostiene que fueron más porque su promedio por temporada estaba entre siete y ocho goles. Afirma que prefería servir los goles antes que anotarlos.  Pese a su habilidad. Dominio del balón y su dribling que le brindaban muchas oportunidades de anotar, prefería divertirse colocando los pases. “Me sentía feliz cuando realizaba una faena dejando dos y tres marcas y cuando todos esperaban que rematara al arco, entregaba el balón al compañero. Me complacía enormemente y me divertía”.

Era un puntero que dejaba regadas las marcas, que cruzaba milimétricamente al punto penal o en diagonal al mejor compañero ubicado. Vivía el fútbol intensamente, un verdadero profesional que respetaba al público, que brindaba sus faenas y celebraba como debe hacerse: con el brazo en alto, con el abrazo de sus compañeros y haciendo la pirámide humana.

 Recuerda aquellos tiempos y asegura que se siente orgulloso de haber pertenecido a una institució0n que era “adorada” por la afición. De directivos como Arturo Fernández, Alberto Mario Pumarejo y Mario Abello Lobo, expresaba: “eran como nuestros papás.  Porque siempre estaban preocupados y pendientes, nos brindaban un cariño muy especial y nosotros le retribuíamos entregando lo mejor de nuestro fútbol en la cancha.

Compañeros como Carlos Peña, Walberto Maya, Joaquín Pardo y Toño Rada conformábamos con los brasileros una verdadera familia.

Una sola vez salió expulsado del campo y fue por patear un balón para ganar tiempo. En su hoja de vida registra su participación con la selección del Brasil que compitió para los olímpicos de Roma  en 1960 y en la selección militar de 1959.

Dacunha se casó en Barranquilla con Libia Berbesí, con quien tuvo tres hijos: Claudia que es ingeniera industrial, Juan Carlos, administrador de empresa y Othón, quien está a punto de culminar la carrera de ingeniero industrial.

Alguien dijo en cierta ocasión, que su juego hacía recordar a los astros Pelé y Garrincha. Othón, en cambio, afirma que son comparaciones desproporcionadas ante dos inmensos ases del balompié a quienes siempre admiró.

(Texto reproducción del libro Junior, Una historia de Diamantes publicado en el 2003)

Más sobre este tema: