Estadio Atanasio Girardot de Medellín.
Estadio Atanasio Girardot de Medellín.
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Medellín se ofrece para el River-Boca, que se jugaría en las mismas fechas del DIM-Junior

La voluntad quedó reflejada por parte del Alcalde de esa ciudad.

Ante el reciente anuncio de la Conmebol de buscar una sede que sea ciudad capital, fuera de Argentina, para organizar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, siempre y cuando el Tribunal Disciplinario lo permita, la ciudad de Medellín se ofreció a acoger el partido. 

Así lo dejó ver el alcalde de la  ciudad, Federico Gutiérrez, quien en un trino se ofreció como capital del fútbol en paz, según sus mismas palabras, aunque no es capital realmente del país, como primer requisito. 

"En caso de que la Conmebol tome la decisión de jugar el partido de la final de la copa libertadores entre Boca y River, en una ciudad neutral, ofrecemos a Medellín como escenario de fútbol en paz", afirmó el funcionario. 

Pero no todo está tan claro con esa propuesta, pues la Conmebol definió que los días para el partido serán entre el 8 y el 9 de diciembre, en horario por confirmar a la mayor brevedad. 

Sin embargo, para la fecha del 8 de diciembre ya hay un partido de alto vuelo programado en el Atanasio, la final de la Liga Águila 2018-II entre el Deportivo Independiente Medellín y Junior de Barranquilla. 

Esto, obviamente tira al piso la propuesta del mandatario, al menos que se plantee una modificación a cualquiera de los dos partidos, pero esto parece poco probable. 

De un lado, la Conmebol lo que busca es la celeridad para definir al campeón de la Libertadores, por lo cual luce casi imposible que se considere un nuevo cambio de fecha. 

De otra parte, el presidente del DIM, Michael Gil Gómez, ya dijo que no quiere cambiar las fechas de la final en Colombia, porque ya son las pactadas, ante la sola idea de que Junior pudiera solicitar esto si se clasifica a la final de la Copa Sudamericana. 

Así mismo, el presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, calificó como "inamovibles" las fechas de la final local, entre el 2 y el 8 de diciembre. 

De otro lado, luce poco probable que la propuesta se pueda mantener en pie si el Boca-River se programa para el 9 de diciembre, porque, en plena época de fin de año, llevaría a un esfuerzo logístico bastante fuerte, además de la exigencia a la fuerza pública que tendría dos grandes eventos en menos de 24 horas.

De entrada, parece que la idea del Alcalde de Medellín nació muerta. Pero amanecerá y veremos si es que el DIM acepta un cambio de fechas, con o sin Junior en la final de la Sudamericana, y si es verdad que la Dimayor y sus fechas son tan inamovibles como asegura. 

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