"Míralo que lindo viene, míralo que lindo va, es mi equipo Puerto Rico, que no da un paso atrás”, es el estribillo que resuena en la fiesta boricua, de bomba y plena, que se vive en el estadio Édgar Rentería durante los encuentros de béisbol de la novena isleña en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe. 

El escenario ha sido en el epicentro de gritos, saltos de emoción, cantos y abrazos felices, en donde los protagonistas son un grupo de puertorriqueños aficionados al deporte, amantes del béisbol y de su selección. Se han mantenido imparables, como su equipo.

Ni los horarios, ni las altas temperaturas han sido impedimento para que el grupo de boricuas se presenten en cada encuentro, lúcidos y dispuestos a llevar a cabo el particular festín con el que alientan al equipo. 

Los mismos, acompañados de instrumentos musicales nativos de su tierra, como lo son el cencerro, bajo, puntero y quinto, solo esperan el momento indicado en cada partido para hacerlos sonar. a ritmo de bomba y plena. Entre ellos, se han destacado personajes como Rubén García, un beisbolista por vocación y músico empedernido, que afirmó tener una amplia carrera en el béisbol y, del mismo modo, dedicarle tiempo a su otra pasión: la música. 

Este personaje aprovecha cada instante para dar inicio a sus canciones, estimulando al público con el sonido contagioso del quinto, el mismo que avisa al resto del clan que es momento de hacer sonar el bajo y el puntero… también de gritar con entusiasmo “Yo soy boricua, pa’ que tú lo sepas”. 

Por su parte, Pedro López, es el encargado de hacer resonar el cencerro y desencadenar la algarabía cada vez que un jugador puertorriqueño emprenda la carrera desde la tercera base hasta el home. Como distintivo entre sus paisanos, él reside en Colombia, exactamente en Medellín, y expresó amar tanto a nuestro país, como a su tierra natal. Por ende, ha optado por autodenominarse con un gentilicio propio: “boripaisa”. 

En el grupo además de la alegría, predominan las historias, como lo es la de Alexaida Cepeda, una madre llena de orgullo que vino desde Puerto Rico hasta Barranquilla a apoyar a sus tres hijos que hacen parte de la selección de balonmano del mismo país. “Yo nunca había venido a Colombia… estoy encantada con este lugar”, expresó, acompañando la frase con una sonrisa. 

Extendiendo de lado y lado una bandera del mencionado país, se han unido a la fiesta de los boricuas Jorge González y Radamés Vega, un dúo particular que destaca por ser portador de acontecimientos memorables, ambos hacen parte de la historia de los Juegos Centroamericanos y del Caribe y con orgullo manifiestan que se subieron al podio en repetidas ocasiones en las justas llevadas a cabo entre los años 1978 y 1990.  

De esta manera se ha vivido el béisbol en el estadio Édgar Rentería durante la fiesta del deporte en Barranquilla, con alegrías lideradas por los aficionados de Puerto Rico, que sueñan con ver coronar a su equipo campeón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, por primera vez desde 2002, cuando alcanzó la medalla de oro en San Salvador.

*Con información Prensa Barranquilla 2018