Jugadores de Junior celebrando el bicampeonato de la Copa Águila.
Jugadores de Junior celebrando el bicampeonato de la Copa Águila.
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Jairo Cassiani

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La Copa Águila es de ‘Tú Papá’: Jarlan abrió el camino y el ‘Cha-Teo’ selló el título

Vencieron 2-0 al Deportivo Independiente Medellín para coronarse bicampeón.

Junior de Barranquilla se llevó el triunfo en la Copa Águila 2017, al vencer en la final 2-0 al Deportivo Independiente Medellín para lograr su primer gran objetivo de la temporada y acercarse a la meta soñada, pero ya un poco más cercana, de la triple corona de títulos.

El marco del estadio Metropolitano era tan impresionante como tenía que serlo para una final. Papeles de colores, tifos en las gradas, una marea rojiblanca en las tribunas, música y coros en el área. Era todo lo que se podía esperar de parte de una hinchada ilusionada y con el convencimiento de que todo es posible con sus jugadores.

El duelo arrancó con el protagonismo de Junior, ante la rigidez del Deportivo Independiente Medellín que planteó como principal fórmula principal cinco defensores y un elenco completamente instalado en el último cuarto de campo en procura de no dejar el más mínimo espacio para el aprovechamiento del conjunto de casa.

Al minuto 7 llegó el primer campanazo de alerta sobre la media distancia y su posibilidad para destrabar las acciones, cuando el el magdalenense Víctor Danilo Cantillo desenfundó un tiro de derecha que encontró las manos seguras de David González.

Junior continuaba manejando la pelota con insistencia y mucha paciencia, buscando el resquicio por donde meterse y poder desequilibrar las acciones. Mientras tanto, la pelota quieta seguía siendo la mayor posibilidad ofensiva para los barranquilleros, cuando a los 22 minutos Yimmi Chará cobró un tiro libre que se fue pegado al poste, hasta donde llegó González para contener el peligro.

Mientras tanto, Medellín apenas generaba alguna acción de peligro con pelota quieta sin mayor riesgo y con pelotas largas para intentar buscar la velocidad de Édinson Toloza, quien se mostró como el más incisivo en la tribuna.

Sin embargo, la paciencia de Junior seguía siendo el mayor estandarte durante el primer tiempo. Un toque constante de un lado a otro, a veces sin profundidad, pero con el criterio para ir buscando la grieta defensiva, esperando en el samario Jarlan Barrera el instante de claridad para definir el partido.  

Fue por ello que no hubo mayor sorpresa cuando Jarlan filtró una gran asistencia al segundo palo para Yony González, quien no dudó ni un instante en sacar un latigazo de pierna derecha que se fue por un costado del arco, a los 29 minutos de la inicial.

El DIM no salió de su campo ni por error. Entendía que su mejor opción para ganar el partido era fajarse en el fondo y aguantar la equivocación de Junior, tal punto de confianza llegaron a tener en el desarrollo del compromiso, que a los 29 adelantaron tan solo unos metros sus líneas traicionando su propia filosofía.

Fue en ese instante en que hubo una recuperación rápida y un pelotazo a Chará, quien conectó a Jarlan, el zurdo alargó la pelota a la izquierda donde Teófilo Gutiérrez dejó la pelota dividada tras un mano a mano volviendo a los pies de Jarlan que volvió a extender su paternidad sobre el arquero González con un potente tiro que entró en las redes del arco para explotar los gritos de emoción de las gradas.

El título comenzaba a ser acariciado por los junioristas, que literalmente hicieron temblar el estadio con sus gritos de alegría y sus brincos de felicidad, la Copa Águila, la primera del triplete soñado, cada vez estaba más cerca de quedarse nuevamente en el Metropolitano.

Tras algunas escaramuzas más, el primer tiempo marcó su punto final y las escuadras se fueron al descanso. Julio Comesaña tenía en las manos el libre para el partido que necesitaba, con la victoria parcial sería el DIM quien tendría que salir a abrir los espacios y sus muchachos sólo esperar la oportunidad.

Y las cosas se dieron en el reinicio justo como el estratega esperaba, cuando el entrenador Ricardo Calle ordenó la salida de su defensor Rodrigo Erramuspe para dar paso Eduar Atuesta, un volante con mayor vocación ofensiva, para intentar el empate.  

Pero los primeros sustos llegaron de la mano de los espacios dejados por los antioqueños, pero acompañados al tiempo por la falta de puntería de los delanteros rojiblancos.  Primero a los 49 minutos cuando Chará sirvió asistencia para Teo, quien sacó un tiro con bastante efecto que atajó el portero.

Luego, a los 55, Chará penetró al área y dentro de un bosque de piernas se jugó a la suerte con un disparo, pero su remate se fue apenas desviado de la puerta, sin la fortuna de que llegara alguna pierna para mandarla al fondo de las redes.

Sin embargo, Medellín también tuvo sus acciones, con un tiro libre de Toloza que fue evacuado sobre la línea de gol por un despierto Sebastián Viera, luego con alguna escaramuza que nuevamente exigió la reacción del portero para mantener el arco sin anotaciones.

Los minutos iban avanzando y llegó la hora de hacer las modificaciones. Por lo que Comesaña eligió mandar al campo de juego a Luis Díaz por Yony González y a James Sánchez por Jarlan Barrera, esto para idr manejando la pelota y prevenir cualquier descuido en los minutos finales.

Sin embargo, el espectáculo no estaría completo sin el toque maravilloso que sólo puede darle el ‘Cha-Teo’. Yimmi controló la pelota para rendir una asistencia maravillosa a Teófilo, quien en la puerta del área midió para sacar un tiro completamente contra el rincón para dejar al arquero paralizado, la gente delirando de felicidad, la Copa en Barranquilla y el 2-0 definitivo en el marcador.

Luego del cambio para el aplauso de Léiner Escalante por Teófilo Gutiérrez, sólo fue dominar la pelota un par de minutos para el silbatazo final y decretar el primer objetivo cumplido del semestre y poner más cerca que nunca el sueño más increíble de alguna vez haya tenido un juniorista: la triple corona.

 

 

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