Julio Comesaña observa el trofeo de campeón de la Liga Águila.
Julio Comesaña observa el trofeo de campeón de la Liga Águila.
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Zona Cero.

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Julio Avelino Comesaña: un DT vestido para las finales con Junior

Cinco finales ha disputado el uruguayo con el cuadro rojiblanco en la última década.

Desde que en Colombia se instauró sistema de gran final en los torneos cortos, el Junior de Barranquilla ha venido ganando un gran protagonismo. Sin embargo, en está última década, la que podríamos llamar la de ‘oro’ para el conjunto rojiblanco, hay un nombre que ha sonado con más insistencia: Julio Avelino Comesaña.

El entrenador colombo-uruguayo ha sabido llevar a tres finales de liga al conjunto currambero. Pero su abanico de finales no para allí. Además de eso, suma dos instancias definitivas más, una de Copa Águila y otra más de Copa Sudamericana.

La primera, una expulsión

En el plano de la Liga, la primera aventura data del 2009, cuando un explosivo Comesaña recién había salvado la categoría del equipo y de la mano de un equipo joven, liderado por un despuntante Teófilo Gutiérrez y el talento de Giovanni Hernández, se logró meter en la final del torneo.

Durante esa fase cuadrangulares Junior pasó a disputar el título tras lograr 9 puntos, los mismos que el Deportivo Cali, pero con el plus del al terminar mejor el todos contra todos.

Durante esa andadura, inició igualando a dos con los ‘azucareros’, perdió de visita 1-0 con Envigado y cerró la primera vuelta con igualdad a uno en casa del Cúcuta deportivo para cosechar tan solo dos puntos.

Acto seguido, la segunda rueda del torneo la abrió goleando 3-0 al Cúcuta como local, para luego recibir al Envigado al cual le endosó otro 3-0 y cerrar visitando al Cali con un empate 2-2 para lograr las nueve unidades y acceder a la gran final del torneo.

Julio Comesaña con su ya conocida camisa azul.

En la final tuvo que medirse al Once Caldas, serie que se abrió en Manizales con un 2-1 a favor de los caldenses. Sin embargo, lo que realmente hay que recordar de aquel juego fue la expulsión de Julio Avelino, luego de una fuerte discusión con el juez central Imer Machado, lo que le valió perderse el juego de vuelta en Barranquilla que también se perdió por 3-1.

Aquel partido significó la salida de Comesaña en ese ciclo. Con lecciones aprendidas, sobre todo la de una concentración que le volvió un caos, donde familiares y periodistas entraron para desconcentrar al grupo. Tomó apuntes para el futuro.   

Una final en cuerpo ajeno

Cinco años debieron pasar, entre ciclo y ciclo, para que Comesaña tuviera una revancha en una final. En el 2014 llegó para tomar el control del equipo, donde logra navegar a la serie definitiva en medio de las tensiones con los jugadores Juan Guillermo Domínguez y Michael Ortega, este último terminó siendo apartado del plantel por el estratega.

Más allá de eso, Junior logró hacerle contrapeso a la situaciones propias de un inicio flojo de torneo y con el agravante para Comesaña de no poder entrenar el equipo debido a que llegó a mitad del torneo tras salir de Patriotas, lo cual lo inhabilitó para estar en la raya, por lo cual el cargo de DT quedó para el registro de David Pinillos.

Antonio Char camina con Julio Comesaña, tras la final de la Copa Sudamericana.

Luego de avanzar en las fases de clasificación previas, al eliminar en el global 3-2 a las Águilas Doradas de Rionegro y en penales a Millonarios tras igualar la serie 0-0, el cuadro de Comesaña se citó en la final con Nacional, la cual ganaba hasta el minuto final del partido en Medellín.

Un gol tras un saque de esquina de Jhon Valoy llevó a la definición en los cobros desde el punto penal, al dejar el global 2-2. En los cobros Nacional tuvo mejor puntería y se llevó el título 4-2. Nuevamente Comesaña, que vio el partido desde los palcos en medio del desespero, se quedó con el sin sabor de la derrota.  

La Copa con el ‘Cha-Teo’

Luego de tres años, mucha agua pasó debajo del puente. En el 2017, Comesaña estaba en su octavo ciclo al frente del equipo donde se reencontró con Teófilo Gutiérrez, una versión mucho más veterana del jugar que hace casi diez años se había encontrado para luchar en aquella final con el caldas.

Junto con ‘Teo’, el equipo contaba con una mancuerna espectacular en el ataque con Yimmi Chará. Entre los dos atacantes llevaron a Junior a un punto en la temporada donde se disputaron tres títulos al tiempo: la Liga Águila, la Copa Águila y la Copa Sudamericana.

Comesaña aprecia una jugada desde la raya de Luis Díaz sobre Lucho Gozález.

Al final, tanto la Liga como la Sudamericana quedaron en semifinales. Pero en la Copa, lograron meterse en la final para ir a disputar el título ante el Deportivo Independiente Medellín. Tras empate a uno en Medellín y triunfo 2-1 en casa, Comesaña al fin se pudo anotar su primera final ganada con el equipo rojiblanco.

Dolor continental, alegría en la casa

Como pocas veces pasa en la relación Comesaña-Junior, luego de jugadas las fases finales del torneo año anterior,  se quedó para intentar dar un paso más allá. Y no fue uno, sino dos los que dio. En contraste a los del año anteriores esta vez quedó por fuera de la Copa pero para llegar a las finales de la liga y de la Sudamericana.

Sin embargo, la fortuna fue dispar en un caso y el otro. Luego de un semestre tenso, con una enorme expectativa de parte de su hinchada Junior debió resolver una semana dos partidos bravísimos como local. En el primero, empató a un gol en Barranquilla ante el Atlético Paranaense y luego goleó al DIM 4-1 para viajar al desenlace tranquilo.

Comesaña celebra con su familia, el título obtenido en la Liga.

En Brasil, luego de un partido de infarto, que terminó 1-1 y en el que el largue la mala puntería de Jarlan Barrera frustró la posibilidad de otro título para Comesaña y Junior, la escuadra rojiblanca perdió desde los cobros del punto penal por 4-3.

No hubo tiempo para llorar. En tres días se estaba jugando la final de la Liga y esta vez, con el sufrimiento infaltable, la vida y el fútbol le volvió a sonreír a Comesaña perdiendo 3-1 para un global de 5-4 y poder bordar la octava en su pecho.

Fue en esta serie de partidos cuando adquirió la costumbre de utilizar la camisa azul que tanto identifican los aficionados y que al día de hoy sigue siendo su ‘uniforme’ para intentar buscar la gloria.

¿Empatará la cuenta?

Este sábado, Julio Comesaña saldrá al ruedo con Junior en una final por sexta ocasión. De las cinco que lleva, cuenta con tres derrotas y dos triunfos. En esta oportunidad Julio tiene la posibilidad de emparejar su cuenta personal en el tema exclusivo de finales.

Además podrá sumar su cuarto título con Junior, pues además de las finales ganadas se suma el de 1993 conquistado bajo otro formato, en un final de infarto que se definió en el minuto final.

Igualmente, sería el segundo entrenador en ganar dos finales consecutivas de Liga, desde Óscar Héctor Quintabani, en las dos de 2007.

Además, también tiene una estatua en su honor en juego, prometida por el empresario Christian Daes. 

Sin duda que Julio Avelino tiene la gran oportunidad de dar un vuelco a su vida, pero también a la historia y de seguir afianzando su nombre como leyenda en el fútbol barranquillero.  

Recuento de sus finales:

2009 Liga-I -  Pierde con Once Caldas

2014 Liga-I - Pierde con con Nacional

2017 Copa Colombia - Gana al DIM

2018 Liga-II - Gana al DIM

2018 Copa Sudamericana - Pierde con Paranaense

2019 Liga-I - Jugará la final con Pasto

Títulos:

Liga Colombiana 1993

Copa Colombia 2017

Liga Colombiana 2018-II

Subtítulos

Liga Colombiana  2009-I

Liga Colombiana 2014-I*

Copa Sudamericana 2018

*Era el encargado de dirigir el equipo, aunque David Pinillos figura como entrenador en la planilla.

 
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