Teófilo Gutiérrez celebrando el primer gol.
Teófilo Gutiérrez celebrando el primer gol.
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Jairo Cassiani

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Histórico: ¡Junior es finalista de la Copa Sudamericana!

El equipo rojiblanco venció 1-0 a Independiente Santa Fe, con gol de Teófilo Gutiérrez. La serie quedó 3-0.

Junior derrotó la noche de este jueves 1-0 al Independiente Santa Fe, para dejar la serie 3-0 a su favor, en el partido de vuelta de la Copa Sudamericana y así sentenciar su primer paso a una final continental, en un duelo enmarcado por las expulsiones y el VAR que validó un gol a Teófilo Gutiérrez.

Como en las noches más gloriosas, sin conceder un gol y a pesar de estar en inferioridad de condiciones por dos expulsiones, los rojiblancos sentenciaron que son un equipo de clase continental, ante los ojos de más de 30 mil aficionados que gritaron y vibraron de principio a fin. 

En solo 7 minutos de partido, un tiro libre del uruguayo Diego Guastavino llevó el primer peligro a la portería de José Luis Chunga, con un efecto de sobrepique evacuado por el guardameta para sostener la ventaja en los primeros instantes del compromiso. 

La propuesta quedó clara entonces, toda pelota parada luego de la mediacancha para el cuadro bogotano, sería cobrado al área. Santa Fe entendió que sus posibilidades de desafiar a los locales con el juego de toque le iba a brindar pocas oportunidades. 

De otro lado, Junior, a sabiendas de que no puede entrar en el fútbol físico, comenzó a tener el control de la pelota y apoyó el partido en un inteligente de Teófilo Gutiérrez, quien mostró que sería el hombre protagonista del compromiso durante buena cuenta de las acciones. 

Tanto fue así, que a los 23 minutos, tras una monumental salvada del arquero bogotano Miguel Solís a un cabezazo de Luis Narváez, el samario Jarlan Barrera lanzó un centro rastrero para que el Teófilo la empujara a las redes, para abrir el marcador y poner a celebrar pon un instante a la grada. 

Pero ojo, por un instante. El juez de línea anuló la jugada, a pesar de la efusiva celebración de Teófilo, quien se mostró seguro de la legalidad de su tanto.

El juez central Patricio Loustau recibió el dictamen del VAR, quien dio por válido el tanto, para poner a saltar a Teo, sus compañeros, los hinchas y millones de corazones en todo el Caribe. 

La diferencia era de 3-0 en el global, con el tiempo en contra, Santa Fe ahora tendría que anotar tres veces para poder acceder, pues si conseguía dejar el tanteador global así, pasaría por mayor número de tantos como visitante, teniendo en cuenta que en Bogotá, Junior solo marcó dos. 

El equipo rojiblanco cambió automáticamente su forma de jugar. La pelota comenzó residir en los pies de los que más sabían, armando jugadas desde el fondo con los toques de James Sánchez, Jarlan Barrera y las asistencias ofensivas oportunas de Marlon Piedrahíta por la derecha y Gabriel Fuentes por la izquierda.

A los 35 minutos la historia del partido pudo haber quedado liquidada, en un acción donde el central sancionó penal sobre Teófilo y que fue ejecutada por James Sánchez, que ante los gestos de Solís, no logró patear con contundencia y dejó que el guardameta se luciera en las acciones para mantener el 1-0 en el marcador. 

El momento del drama llegó a los 43 minutos, cuando, sin mediar mayor explicación, el árbitro argentino Patricio Loustau expulsó de manera directa del campo a Teófilo, tras un supuesto codazo sobre la humanidad del defensor santafereño Carlos Arboleda, que no encontró marcha atrás ni por las súplicas de Gutiérrez, ni en las revisiones del VAR. 

El primer tiempo cerró con una nueva oportunidad para Junior, en un rápido contragolpe de Luis Díaz, quien la dejó servida a la esférica a Jarlan Barrera que terminó definiendo dentro del área con un tiro sin mayor complicación a las manos de Solís. 

La ventaja de los rojiblancos al descanso de 1-0 (3-0) los dejaba solo a 45 minutos de la gran final continental. Todo estaba en ellos, Julio Comesaña sabía que no se podían dar más ventajas, bajo ningún punto de vista. Que era el momento de sacar la jerarquía ante el momento más grande en la historia de Junior. 

Las dificultades, y el rigor con las tarjetas del central, pronto volvieron a pasar cuenta de cobro a Junior. Esta vez al lateral zurdo Gabriel Fuentes, quien con amarilla, evitó un cobro para ganar la segunda e irse expulsado apenas cuando el reloj señalaba 59 minutos. 

En ese momento, tal vez más que en cualquiera de los otros en 94 años que tiene el rojiblanco de existir, apareció el brillo más grande que este equipo haya exhibido jamás en un torneo internacional. Con dos menos, nueve contra once, dejaron sin ninguna posibilidad al cuadro visitante. 

La defensa lució perfecta, con la vehemencia de Rafael Pérez y la claridad de Jefferson Gómez. David Murillo, el cambio para llenar el vacío de Fuentes, fue un relevo a la altura de las necesidades. Arriba, Luis Díaz se batió como un león para proteger cada bola.  

Al final, los cardenales, en medio de su desespero terminaron jugando el partido con dos menos, también, tras las expulsiones de Arley Rodríguez y Diego Guastavino. Así, renunciado al pelotazo, desnaturalizado y doblegados por el funcionamiento local, los bogotanos se fueron haciendo a la idea del adiós. 

Tras cuatro minutos de adición, una tribuna encendida y entregada, el pitazo final decretó la verdad. Tras casi un siglo, Junior jugará su primera final continental ante el Atlético Paranaense de Brasil.

La final de ida será en Barranquilla este miércoles 5 de diciembre y la vuelta en Curitiba, el 12.

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