Un hombre pone flores en homenaje a las víctimas del incendio registrado en la madrugada de este viernes, en el centro de entrenamiento del club de fútbol Flamengo.
Un hombre pone flores en homenaje a las víctimas del incendio registrado en la madrugada de este viernes, en el centro de entrenamiento del club de fútbol Flamengo.
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EFE.

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Flamengo llora a las víctimas y Río de Janeiro se hunde en el luto

Luego del incendio ocurrido hace unas pocas horas.

La bandera del Flamengo ondea este viernes a media asta, en señal del luto que predomina en el corazón de los seguidores del equipo carioca y de todos los brasileños, tras un incendio en un centro de entrenamiento del club situado en la zona oeste de Río de Janeiro.

Familiares, hinchas y periodistas se aglomeraban en las puertas del centro de entrenamiento del Flamengo, conocido como "Ninho do Urubu", devorado esta madrugada por las llamas que se cobraron la vida de diez personas, entre ellas las de varios jóvenes futbolistas, y dejaron tres heridos.

En el ambiente predominaba la tristeza y la expectación en busca de respuestas de este desastre que ha matado a varios jugadores de la cantera, una de las más prestigiosas del país.

Beto, exjugador del Flamengo, acudió al lugar de los hechos para mostrar su solidaridad con las familias ya que su hijo también forma parte de las bases del equipo de fútbol y era amigo de los jóvenes víctimas del incendio.

"Me sentí muy triste, es una tragedia, mi hijo forma parte de ese grupo de jóvenes y yo bromeaba con él diciéndole que tenía que dormir en el complejo, no me puedo imaginar que podría haber estado aquí hoy", explicó.

Con respecto a la causa del fuego, cuya principal hipótesis es un cortocircuito en un aire acondicionado, subrayó que "la estructura es muy grande y muy buena" y que lo que ocurrió fue "una tragedia".

"Hay gente que se aprovecha del momento para hablar y opinar pero la estructura es buena", añadió.

"Es un suceso muy triste, no se pueden hacer críticas sin saber y el Flamengo va a tener que cuidar mucho psicológicamente de todos tras este suceso", completó Beto visiblemente emocionado.

Alan Valadan lleva quince años trabajando como ojeador para clubes de fútbol y en la actualidad colabora con el Flamengo.

Tras enterarse del incendio descubrió que una de las víctimas era un joven que él había llevado al club carioca y acudió a las instalaciones para mostrar su apoyo a la familia.

Sus palabras coinciden con las de Beto, no tiene nada que reclamar a la entidad carioca y apuntó que "la estructura era maravillosa".

"No tengo nada que reclamar, lo que ocurrió fue una tragedia, todo estaba bien", declaró.

Por su parte, varias organizaciones ultras también decidieron acudir al lugar para rendir homenaje para mostrar su solidaridad con las víctimas del incendio, y tras depositar unas flores en la entrada del centro, recitaron una oración en recuerdo a los jóvenes.

Las llamas consumieron por completo un alojamiento del llamado "Ninho do Urubu", el centro de entrenamiento del Flamengo, situado en la zona oeste de Río de Janeiro, donde dormían jóvenes de la base menores de 18 años de edad.

Las autoridades brasileñas confirmaron hasta el momento diez muertos y tres jóvenes heridos, dos de ellos "estables" y el otro en "estado gravísimo", con quemaduras de tercer grado en cerca del 35 % de su cuerpo.

El mundo del fútbol en Brasil expresó su solidaridad por el desastre.

Los brasileños Diego Ribas, Vinicius, Lucas Paquetá y Neymar, entre otros, así como los exjugadores Ronaldinho y Zico trasladaron el pésame a los familiares de las víctimas de esta tragedia ocurrida en las instalaciones del Ninho do Urubu, donde se entrenan el primer equipo carioca y sus categorías inferiores.

EFE

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