José Mourinho.
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El capítulo nueve de José Mourinho: ahora con los Spurs

El portugués emprenderá un nuevo reto en el fútbol ingles.

El exentrenador de Real Madrid, Chelsea o Manchester United, José Mourinho, comenzará un nuevo capítulo de su carrera deportiva en el Tottenham Hotspur. La destitución de Mauricio Pochettino le ha abierto la puerta al técnico portugués de regresar a la Premier League y volver a dirigir un club londinense hasta, por lo menos, el final de la temporada 2022/23.

El fútbol se sienta en primera fila y vislumbra un espectáculo denominado "La celeridad del presente". Lo hace porque le conviene. Porque entiende que los aficionados románticos se están desvaneciendo y que la memoria gloriosa dura lo mismo que una noche mágica en Ámsterdam. Mauricio Pochettino llevó en volandas al Tottenham a su primera final de la Copa de Europa hace seis meses (cayó en la orilla) en aquella ciudad holandesa. Hoy se marcha del Norte de Londres con un presidente, Daniel Levy, que afirma: "Desafortunadamente, los resultados domésticos del final de la pasada campaña y del principio de esta han sido muy decepcionantes. Tenemos un equipo talentoso. Necesitamos nuevas energías y tratar de cosechar un buen curso para nuestros seguidores".

A los mandos de ese nuevo barco estará José Mourinho. Técnico con enormes dotes tácticas. Revolucionario. Capaz de lo mejor y de lo peor. Líder de grupos. El portugués se enfrenta a un nuevo reto (el noveno de su carrera como primer entrenador) del que dice estar "emocionado por la calidad de la plantilla y la posibilidad de trabajar con estos jugadores". Dirigir a futbolistas de la talla de Harry Kane, Christian Eriksen o Heung-Min Son atrae a muchos.

Quizá Mourinho esperaba la llamada de otro grande del balompié. Pero los recientes acontecimientos le han vuelto a dirigir a Inglaterra, donde ya dejó huella en varios clubes de alto calibre. La Premier League lo acogió recién salido de Portugal y ahora vuelve a ofrecerle una oportunidad después de su periodo "sabático" más longevo. Nunca antes 'Mou' había estado tanto tiempo sin entrenar. Y eso que lleva haciéndolo desde hace mucho tiempo.

Portugal

Después de sus primeros pasos como asistente técnico en el FC Barcelona, el autodenominado "The Special One" se estrena como primer entrenador en el Benfica en una temporada (2000/01) que indica ya sus particularidades. Vence al Sporting de Portugal por 3-0 y en menos de 24 horas presenta su dimisión tras unas cuantas jornadas en el cargo. Había tenido problemas con Manuel Vilarinho, máximo mandatario del club, y su carácter no le dio más remedio.

Meses más tarde firmó por el Leiria para la 2001/02. Con el equipo quinto a mitad de temporada, recibe una llamada del Oporto. Se vuelve a marchar. Esta vez, para tomar las riendas de un combinado prácticamente fuera de la lucha por el título y con pocas opciones de entrar en competiciones europeas. Mourinho llegaba al espacio, al lugar, al estadio que lo iba a catapultar al éxito internacional. Dos temporadas y media le bastaron. Su registro vanguardista, inspirado en la presión alta y la verticalidad de sus ataques, lo llevaron a conquistar dos ligas nacionales, una copa portuguesa, una supercopa, una UEFA y el título que siempre cita en sus declaraciones: la Champions League de 2004.

Chelsea e Inter

Abramóvich no se lo pensó y fue a por él. Joven y con carisma. Encajaba perfectamente en Stamford Bridge y en el barrio de Chelsea. Así llegó 'Mou' a su primera etapa en Inglaterra, con la confianza por las nubes y la intención de sellar su firma en todos y cada uno de los partidos. Tenía las convicciones, el talante y la capacidad necesaria para desarrollar un proyecto hegemónico en Europa con una cúpula directiva dispuesta a apoyarle en todos los ámbitos. Cosechó varios recórds que aún perduran (64 encuentros consecutivos sin perder en casa) y lideró al Chelsea hasta lo más alto del fútbol británico. Dos Premier League, dos Copas de la Liga y una FA Cup. La Champions se le resistió. Su salida, envuelta en polémica, dejó huéfanos a los "blues".

En 2008 el Inter de Milán se hace con sus servicios. El técnico portugués siempre ha defendido que sus "segundas campañas son mejores que las primeras". Que sus equipos cogen velocidad de crucero tras un año de adaptación. En Italia cumplió esa premisa (a medias). Conquistó la Serie A en 2009, pero, un año más tarde, multiplicó la celebración con el primer 'triplete' del fútbol italiano. Liga, Copa de Italia y Copa de Europa. Resultados más que suficientes que le valieron su pase al Real Madrid.

Real Madrid

Parecía que ambos estaban destinados a encontrarse. El Real Madrid caminaba mirando al suelo y con el futuro incierto de quien tiene como máximo rival a una máquina de ganar como el Barça de Pep Guardiola. Se arropó en Mourinho para salir a flote y encarnizó la batalla 'pre' y 'post' fútbol más viva en años. Miró a su rival a los ojos. La Copa del Rey en 2011 fue el preludio de la exitosa campaña 2011/12, en la que los blancos se adjudicaron "La Liga de los récords". Más puntos que nadie. Más victorias que nadie. Más goles que nadie. Aquella tanda de penaltis en el Santiago Bernabéu ante el Bayern Munich le condenó en la UEFA Champions League.

Se despidió un año más tarde con la afición dividida y la estructura del cuadro merengue al borde del colapso. 'Mou' es capaz de lo mejor y lo peor.

Chelsea (2) y Manchester United

De nuevo por los campos de Inglaterra y los charcos de barro en Stoke-on-Tren. El Chelsea decide 'reficharlo' con el cartel un tanto deteriorado tras su paso por La Castellana. En su segunda campaña, logra la Premier League y la Copa de la Liga en 2015 con Fábregas y Diego Costa como estandartes. Su perfil innovador mengua y es destituido a finales de ese mismo año tras el peor arranque liguero del combinado 'blue' en lo que llevamos de siglo.

Moyes y Van Gaal no pasearon con éxito por 'Old Trafford', así que el Manchester United vio en Mourinho la posibilidad de alargar el ciclo exitoso de Sir Alex Ferguson. 6 meses en el paro y "The Special One" volvía a sentarse en los banquillos. Logró una Liga Europa y varias copas nacionales, pero fue un equipo sin rumbo y con grandes carencias lo que favoreció su destitución. Apenas quedaban resquicios de aquel joven carismático que había aparecido por primera vez en las oficinas de Stamford Bridge.

La sensación de que la volatilidad del fútbol ha pasado por encima del 'Mou' entrenador se ha impuesto durante este tiempo con el luso fuera de los terrenos de juego. La nueva era de entrenadores, la escuela alemana, los técnicos españoles capaces de intervenir durante el juego y alterar los resultados. Los equipos cada vez más preparados para plantarle cara a los grandes. Todo ello ha sido lanzado encima del tejado de 'Mou'. Esta nueva oportunidad que le surge con el Tottenham, pondrá a prueba sus habilidades. Comienza el noveno capítulo de José Mourinho.

EFE

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