Las imágenes de la participación colombiana.
Las imágenes de la participación colombiana.
Foto
COC

Share:

El boxeo colombiano en Lima 2019: dos oros entre amarguras y sorpresas

Pese a las dos preseas doradas, no fue lo que se esperaba de la delegación.

Colombia finalizó la noche del viernes su actuación en el boxeo en lo que se suponía era una de las cartas fuertes país en la tabla de la medallería de los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Logró dos medallas de oro que si bien, no es para nada una mala noticia, si deja la sensación de que debió ser más.

De los dos oros ganados, uno estaba en la cuenta. Se trató de la pegadora y medallista olímpica Ingrit Valencia, en la categoría de los 51 kilogramos. Una medalla que era casi obligada teniendo en cuenta las condiciones y la preparación de la pugilista colombiana. 

Por otro lado, fue Jessica Caicedo la que de alguna manera logra emparejar el barco ganando un sorpresivo oro que no estaba en las cuentas, en la división de los 75 kilogramos. Algunos expertos reseñaron, incluso, que la plata ya era un justo premio. Sin embargo, la colombiana sacó la casta para el segundo y último oro de colombia en el boxeo.

¿Y los hombres?

La gran decepción, sin lugar a dudas en el boxeo, fueron los malos resultados para los tres referentes del equipo masculino, llamados a pelear por las medallas. Dos de ellos ni siquiera pudieron llegar a las semifinales, mientras que el gran favorito se vio derrotado en la final. 

Tanto Ceiber Ávila como Jorge Luis Vivas no lograron avanzar en los combates clasificatorios de sus divisiones a pesar de ser la segunda y tercera carta de Colombia, respectivamente.

En el caso del primero era una carta asegurada para el oro, mientras que el segundo debía lograr por lo menos un bronce. Los dos fallaron.

Pero el gran golpe a las aspiraciones colombianas llegó con la derrota de Yuberjen Martínez, el mejor boxeador del país en el ciclo olímpico y medallista de plata en Río de Janeiro 2016, en la división de los 46 kilogramos.

La voz de su derrota corrió rápidamente por los medios nacionales presentes en Lima e incluso los periodistas colombianos fueron abordados por los de otros países para que les confirmaran la información. El considerado mejor peleador del continente en su división no pudo en los puntos ante el puertorriqueño Óscar Collazo. 

Solo una medalla de plata, también algo sorpresiva, lograda por Cristian Salcedo en la división de los 91 kilogramos pudo ser vista con buenos ojos entre los especialistas teniendo en cuenta que asistió a Lima a competir, pero sin claras chances de subirse al podio. 

A pensar en Tokio 2020

No por haber perdido la posibilidad del oro Yuberjen Martínez y Ceiber Ávila dejaron de ser las grandes esperanzas colombianas para los Juegos Olímpicos. 

Lo cierto es que deberán redoblar sus esfuerzos para llegar en buena condición a las justas de Tokio 2020.

En el caso de Ávila pudo haberse visto sorprendido, por un rival que lo descifró bien y que lo tomó por sorpresa. Deberá junto a su entrenador, el cubano Rafael Iznaga, mirar las fórmulas para evitar que esto vuelva a suceder. 

En cuanto a Vivas, también deberá subir su nivel. Por otro lado, Salcedo aparece como una opción emergente, con un año a su favor para ir consolidando su condición. 

En lo que respecta a Yuberjen Martínez es un baño de agua helada que lo despierta del idilio. No es invencible y tiene que salir más agresivo en próximas oportunidades. Mucho se habla de su pasividad en el primer round que le dejó la pelea totalmente en contra y de allí remó contra la corriente, pero sin éxito. 

Algo similar a lo pasado en Río de Janeiro en la final. Materia para revisar, al ser la gran esperanza para el próximo año. 

Sobre las damas, Ingrit Valencia parece ser una apuesta visible para buscar medalla en Japón. Su evolución sigue siendo buena y ha logrado diferentes triunfos a lo largo del ciclo olímpico. Por su parte, Jessica Caicedo toma forma para dar la lucha en su división. 

Así las cosas, pese a dos buenas medallas de oro, el boxeo colombiano nos dejó pensando. Las cartas seguras no fueron tales y habrá que apretar los guantes mejor pensando en el gran reto del próximo año, toda vez que el ‘deporte de las narices chatas’ es una de las banderas para Tokio 2020.
 

Más sobre este tema: