Eduardo ´Davila, dueño del Unión Magdalena.
Eduardo ´Davila, dueño del Unión Magdalena.
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Desde su 'casa por cárcel', Eduardo Dávila mantiene en pie al Eduardo Santos

Así lo reveló el condenado empresario y dueño del Unión Magdalena.

Han pasado poco más de tres meses desde que el empresario samario Eduardo Dávila Armenta logró la hazaña de que un juez ordenara que ya no tenga que pagar 34 años de cárcel en Barranquilla por el asesinato de Carmen Vergara Díaz Granados, la 'Nena Vergara', sino en la comodidad de su casa, en el barrio Bellavista.

Allí, a pocos metros del mar, Eduardo Dávila concedió una entrevista a un par de medios de la ciudad, para hablar sobre el ascenso del Unión Magdalena a la primera división del fútbol colombiano.

Las declaraciones del empresario dadas al Hoy Diario del Magdalena mostraron al vuelo un dato curioso que le da explicación a hechos que han sucedido en los últimos años con los escenarios deportivos.

Sin tapujos, Eduardo Dávila contó las cosas como son: habló de Carlos Caicedo, de las diferencias que en su momento tuvo con él -las cuales, entre risas, reconoce que ya son buenas relaciones- y reveló, sin decirlo literalmente, que ha sido él quien ha maquinado todas las estrategias necesarias para mantener el Eduardo Santos en pie.

Lo primero que dijo el condenado empresario es que el estadio Eduardo Santos no tiene dueño, sino un tenedor, que, según él, ha sido siempre el Unión Magdalena (afirmación errada).

Dijo que el estadio existe gracias a una gestión de su papá en el año 50, estando Pepe Vives De Andréis, de Gobernador.

En aquella época, el papá de Eduardo Dávila le solicitó al presidente de entonces, Eduardo Santos, unos recursos para construir el estadio a través de una comisión que se creó para promover los Juegos Nacionales del año 50.

Es por eso que el estadio se llama Eduardo Santos, en honor al Presidente que concedió la plata.

“Cuando terminaron los juegos, la comisión se disolvió y el estadio queda en el aire. El escenario no tiene propietario, lo sigue manejando el gobernador de turno, y yo le pido a Edgardo Vives que nos dé el estadio al Unión Magdalena, y nos lo entrega hace 30 y pico de años. Desde entonces, lo conservé con un convenio de comodato, y cada gobernador que llegaba lo renovaba”, contó.

Sin embargo, hubo un gobernador que no accedió a seguirlo renovando: Luis Miguel ‘El Mello’ Cotes, quien, en cambio, se lo entregó a Carlos Caicedo para que este lo utilizara para los Juegos Bolivarianos. Ahí empezaron las diferencias Caicedo-Dávila.

“El señor Caicedo manda una carta al Unión solicitando que le entreguen el estadio. Yo les dije: sáquenme, y no me pudo sacar porque no hay herramienta jurídica pues nosotros tenemos la tenencia”, dijo Dávila.

Caicedo no se quedó con esas, y enfiló la batalla para recuperar el estadio: lo primero que hizo, según Dávila, fue sacar una resolución en la que cerró las tribunas justificando que estas se iban a caer.

Dávila, por su parte, siguió conservando el estadio y permitió que las inferiores jugaran allí.

Estas afirmaciones son muy dicientes, pues ponen en tela de juicio el hecho de que el Eduardo Santos se estuviera cayendo a pedazos, sino que pudo ser una estrategia, más bien, para cerrarle el paso a Eduardo Dávila, con quien tenía diferencias en el momento, y deja entrever que, quizás, las razones de Caicedo para construir un nuevo estadio obedecieron a razones políticas, en vez de sentido común o del mayor beneficio para los samarios.

No obstante, luego vino el contraataque de Dávila para evitar que Caicedo demoliera el estadio y lo convirtiera en una arena de eventos de otra índole: la ley para declararlo patrimonio.

“Yo hablo con Jaime Serrano (en ese entonces Representante liberal) y le digo: vamos a conseguir que el Eduardo Santos se declare patrimonio cultural y deportivo. Jaime lo Hace, Uribe me ayuda (a gestionarlo en el Congreso) y Santos lo declara patrimonio, con presupuesto propio”, reveló Dávila.

La estrategia de Dávila permitió que, por Ley, el Eduardo Santos quedara blindado. Y en el tiempo que Dávila lleva en su casa por cárcel, ha logrado dar pasos agigantados en pro de su intención de recuperar el emblemático escenario.

De hecho, hace pocos días comenzaron a circular por redes sociales imágenes del rénder en el que se plantea el rediseño del Estadio, el cual piensan materializar con los dineros que la Ley le garantiza al Eduardo Santos al ser un patrimonio.

Supuesto diseño de remodelación del nuevo Eduardo Santos.

Incluso, la Gobernación del Magdalena alcanzó a promover una rueda de prensa en sus instalaciones para hablar de todo este plan de renovación detrás del que está Eduardo Dávila como principal gestor e interesado en que la recuperación se dé. Aunque dicha rueda de prensa fue cancelada sin ninguna explicación.

Lo cierto es que Dávila reconoce que ahora mismo está en la tarea de encontrar un mecanismo jurídico que le dé nuevamente la autonomía y manejo del Eduardo Santos. “El estadio hoy depende del Ministerio de Cultura, tengo entendido, porque es patrimonio. Esta mañana hablaba con Juan Carlos, mi yerno, para que hable con el MinCultura a ver cuál es el procedimiento jurídico para remodelar el estadio, estamos en eso y lo vamos a hacer”, expresó.

Aunque, si hay algo que tiene claro Dávila, es que una vez que el Eduardo Santos sea remodelado, el Unión Magdalena ya no seguiría en el estadio Sierra Nevada.

“Caicedo se equivoca sacando el estadio de donde está y haciendo uno nuevo en Bureche, por muchas circunstancias, el estadio emblemático es el Eduardo Santos, y la ubicación es impresionante, la gente se iba a pie desde los barrios. La distancia y la poca movilidad entorpece a la afición, la llegada al Sierra Nevada”, manifestó.

“El Sierra Nevada no tiene luz eléctrica, no hay camerinos, no hay aire acondicionado, no hay agua, vienen los medios de toda Colombia, no hay caseta, no hay nada, si eso no se hace, vamos a tener problemas aquí en Santa Marta”, aseguró.

Lo cierto es que este enfrentamiento por el manejo del estadio parece que va para largo, pues la titularidad del escenario no es de Mincultura, como lo cree Dávila, pues la Ley solo estipuló la creación de un Fondo Cuenta para garantizar los recursos para su sostenimiento.

Actualmente, el estadio está en manos de la Alcaldía, después de que el Gobernador 'Mello Cotes' lo hubiera cedido, mediante un decreto, al Distrito. 

Muy seguramente esto ya lo prevé Dávila, pues en la entrevista, el empresario reconoció entre risas que las diferencia que en algún momento tuvo Caicedo, ya no las tiene, pues "hizo un contacto con él en su momento" para lograr que el Unión volviera a la ciudad de Santa Marta, un paso fundamental para el regreso a la A. Gesto que quedó evidenciado el día que Caicedo hizo el saque de honor. 

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