Foto
Cristian Mercado

Share:

De la ilusión a la vergüenza

Análisis de la derrota ante Jaguares.

El triunfo frente a Santa Fe la noche del jueves en el propio Campín de Bogotá en el marco de la Copa Suramericana, nos hizo sacar pecho  y creer que tenemos tremendo equipo para llegar a la final. La victoria previa frente a Alianza, también de visitante y con un equipo alterno, igualmente nos llenó de ilusión para presumir que tenemos equipo para disputar el título colombiano.

Pero la derrota de este domingo en nuestro patio Romelio Martínez ante Jaguares, nos llenó de vergüenza. Nos hace volver a la realidad. La manifestación del técnico Julio Comesaña al final de la ganancia sobre Alianza señalando que esa nómina de suplentes era el equipo que todos queremos, se volvió mera especulación. La de esta noche no fue más que un remedo de juego. Con una nómina que de verdad merece ser llamada suplente. Junior lució sin categoría, sin espíritu y sin deseos de agradar. Entre los juegos Alianza, Santa Fe y Jaguares se produjo un tremendo abismo. Fue como caer del Cielo al infierno.

Y, en ello tienen responsabilidades todos los jugadores ridiculizados y que avergonzaron al público no solo de Barranquilla sino de todo el Caribe. Pero también tienen culpa Julio Comesaña, como cabeza visible del grupo, y sus asistentes Alfredo Araujo y Luis Grau plantel. Volvió a equivocarse-Julio -es nuestro criterio- al colocar a toda la suplencia en ese partido. Sin dejar alternativas de titulares como Teo, Díaz, Cantillo y Pérez, entre otros para cualquier emergencia como en efecto sucedió y no tuvo posibilidades. Ni comesaña ni sus asesores parecen conocer aún a sus dirigidos. Ellos, los protagonistas en la cancha lucieron  sin capacidad futbolística, eso fue lo que mostraron; pero lo más grave, no parecen tener conocimiento ni entender la pasión del pueblo juniorista.

Aquí nos pintan la cara cada vez que jugadores como los que actuaron ante Jaguares desconocen  la historia de nuestra divisa. Pero Comesaña, Araujo y Grau sí, saben que aquí, en ese mismo estadio Romelio Martínez se impuso una marca de 48 fechas de invicto. Ese estadio llamado Cancha Sagrada del Junior fue inmaculado durante los años setenta y allí se escribieron importantes hazaña rojiblanca. Y no es con jugadores sin mística ni sentido de pertenencia como los del domingo, que se pretenda borrar  tantos tiempos gloriosos.

Junior no solo perdió la gran oportunidad de quedar en la lista cabeza de serie para cerrar sus partidos de local. Todos los resultados de la última fecha colombiana se le brindaron en bandeja y todo fue desaprovechado. La cancha del remodelado escenario fue mancillado por la desfachatez de una suplencia que creyó ganar solo con el nombre y la camiseta rojiblanca. Ante un rival de poca monta que nunca había ganado de visitante.  Se desdibujó la ilusión que unos días antes nos hizo creer en un nuevo título y que nos llenó de orgullo. Se desnudaron todas las falencias, pero la más diciente es de creernos mejores que todos. Y un rival que parece no tener nada para rescatar como Jaguares nos pasó por encima en nuestra propia casa.

¿Qué se espera entonces frente a los rivales de los cuadrangulares?  ¿podremos superar a Equidad? ¿Y a los que sigan si es que superamos a Equidad? Con fútbol mediocre como el mostrado ante Jaguares,  seguro nada tendremos que hacer.

Solo nos alienta creer que al reservar a todos sus titulares, el técnico Comesaña tenga el convencimiento de llegar a la gran final por el título colombiano. Sería el único argumento valedero para una hinchada que por momentos se ilusiona y a ratos se siente frustrada.



 

Más sobre este tema: