Malambo se ha convertido en un atractivo y democrático municipio, escogido por numerosos ciudadanos de otros territorios del país para ejercer allí su derecho al voto.

Por lo menos eso es lo que indican las cifras de la más reciente inscripción de cédulas, que en ese municipio alcanzaron  las 11.683, frente a 9.031 en el debate electoral para autoridades locales de 2011.

Contrario a lo que se pudiera pensar, ni tan democrática ni participativa es la situación que se registra.

“Lo que se está fraguando es un monstruoso fraude”, sostiene José Trinidad Rico Cerpa, abogado que interpuso una queja ante la Registraduría Nacional del Estado Civil solicitando dejar sin efecto la inscripción irregular de ciudadanos que zonificaron sus cédulas para sufragar en dicho municipio.

De la evaluación realizada a todo el proceso de inscripción de cédulas, Rico Cerpa considera que por lo menos 9 mil de las 11 mil inscripciones son irregulares.

El caso más grave se registra en el puesto de votación de la urbanización El Concorde. Haciendo honor a su nombre, en el sector hubo un aterrizaje masivo de “aviones electorales”, es decir, personas que no residen en todo el territorio malambero, pero que sigilosamente llegaron para zonificar y elegir por los lugareños.

Así queda demostrado en los cruces realizados con las bases de datos del Sisbén, DNP, Sispro y Fosyga, “con lo cual demuestro que son residentes en otros municipios diferentes al de Malambo y que reciben beneficios de los programas sociales del estado en su municipio de origen”, afirma Rico Cerpa quien actúa en representación del candidato a la Alcaldía Efrain Bello Camargo.

De esta manera, Malambo registra ahora una masiva invasión de votantes provenientes de Barranquilla, Soledad, Sabanagrande, Puerto Colombia, Galapa, Baranoa, Palmar de Varela, Campo de la Cruz, Candelaria, Ponedera, Piojó, Repelón, Tubará, Luruaco, Usiacurí y Juan de Acosta, en el Atlántico; Aracataca, El Piñón, Plato, Sitionuevo, Pedraza, Remolino, Ciénaga, Santa Marta, Pivijay, Zona Bananera, Ariguaní, Fundación y El Retén (Magdalena); San Juan del Cesar, Maicao y Dibulla  (La Guajira); Pelaya, El Paso y Curumani (Cesar); Cartagena, Mompox, El Carmen de Bolívar, Norosí, Santa Rosa del Sur, San Jacinto, Villanueva, San Juan Nepomuceno, Santa Catalina, Zambrano (Bolívar); Bogotá, La Vega y Tocancipá, (Cundinamarca); Ocaña, Villa del Rosario y Acarí, (Norte de Santander); Villanueva y Bucaramanga (Santander); Sincelejo, Corozal, Colosó, San Marcos, Los Palmitos y Ovejas (Sucre); Montería, Ayapel y Chinú (Córdoba); Guacarí (Valle); Caucasia, Valdivia y San jerónimo (Antioquia); Manizales (Caldas) e Ibagué (Tolima).

En la práctica gente proveniente de todos sitios son los nuevos vecinos de la urbanización El Concorde, convertida ahora en el atractivo electoral.

Situación similar se presenta con el puesto de votación La Candelaria. Cruzando las mismas bases de datos se ha podido detectar que allí fueron inscritos ciudadanos  provenientes de Soledad, Barranquilla, Baranoa y Juan de Acosta (Atlántico); Arenal, Carmen de Bolívar y San Jacinto (Bolívar); Manizales (Caldas); Montería y Momil (Córdoba); Zona Bananera y Ciénaga (Magdalena): Los Palmitos (Sucre) y Cajicá (Cundinamarca), entre otros municipios.

“Lo anterior es apenas una prueba de la forma como se está gestando un fraude monumental para las elecciones municipales del 25 de octubre, configurándose el punible de inscripción irregular de cédulas de ciudadanía instituído en el Código Penal”, precisa.

Para el denunciante la situación reviste la mayor gravedad pues de esa manera se pretende incidir en una decisión local pero con gente foránea, lo cual debe ser motivo de decisiones por parte del Consejo Nacional Electoral.